viernes, 4 de abril de 2014

Que necesitan los perros


2- LA DISCIPLINA.

 La segunda necesidad de nuestros compañeros perrunos son unas reglas y límites en su vida diaria.
En una manada, el líder impone estas reglas y límites para que haya equilibrio, paz y armonía y evitar conductas indeseadas. Los líderes corregirán estas conductas y no las tolerarán, y en el caso de repetirse en el tiempo, ese miembro será atacado o expulsado de la manada. Así funciona en la naturaleza, pero no suele ser así en nuestros hogares... La mayoría de las veces no se aplica ninguna o casi ninguna disciplina o no de la manera adecuada. Y las consecuencias de esto pueden ser: un animal excitado y ansioso al ponerle la comida, que se suban al sofá o a la cama sin consentimiento, excitación y ladridos al sonar el teléfono o timbre, gruñir o ponerse agresivos con personas que vienen a casa, etc.

La disciplina debe aplicarse con firmeza y tranquilidad, sin excitación o nerviosismo, y sin agresividad. Las palabras aquí sobran. Cuanto menos hablemos a un perr@ mucho mejor. Las palabras suelen añadir más nerviosismo y alterar al perro, y por lo tanto empeorar la situación. Gritar a un perro excitado añadirá más excitación. Tampoco sirven de nada los castigos. Un líder firme y equilibrado no castiga ni es agresivo ni vengativo. Lo que sí hace un líder es corregir conductas indeseadas en el momento en que se producen.
Un toque con la mano o el pie en el momento justo será suficiente. No es pegarle, es darle un toque como se lo daría otro perro, para sacarle de ese estado mental. Y hay que hacerlo en el momento justo en que este teniendo esa conducta, como gruñir, ladrar a otra persona etc... Para esto nuestro lenguaje corporal es de gran importancia. Sí emanamos una energía de inseguridad o miedo  nos va a ser muy difícil cambiar ese comportamiento. Nuestro lenguaje corporal debe decir : soy un líder firme y sereno. Cabeza alta, hombros atrás, y sacando pecho. Y paciencia. Si necesitamos estar 10 min. con nuestro perro hasta que este tranquilo para darle la comida o salir a pasear, lo estaremos, no nos rendiremos. Estas pequeñas cosas van a suponer un gran cambio en el comportamiento del animal y van a conseguir un perro más equilibrado y feliz.

Y recordar: somos nosotros los que tenemos que cambiar. Es nuestra vieja forma de pensar y tratar a los animales la que debe cambiar, si queremos una relación con ellos armoniosa y feliz y que ellos tb lo sean. Ellos nos muestran con sus conductas que hay algo que no estamos haciendo bien. Ellos nos empujan a convertirnos en personas más plenas, seguras, tranquilas, firmes, y en grandes líderes de nuestras vidas. Agradezcamos el gran regalo que nos dan, y devolvámosles el favor.


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