Que necesitan los perros

3-EL CARIÑO.

El tercer punto o necesidad de un perro es el Cariño. Es importante saber cuando se le debe dar cariño a un perro, para no fortalecer conductas y comportamientos que no deseamos, como el nerviosismo, la agresividad o el miedo.
 Debemos tener en cuenta
que cuando estamos dando cariño a un perro en cualquiera de estos estados, estamos reforzándolo. Le estamos diciendo a nuestro perro: "Muy bien, así es como kiero que te comportes". Así qué es importante darles el cariño y las caricias solo cuando estén en un estado de relajación. Es un error muy habitual que solemos cometer, el pensar que un perro sobre-excitado y nervioso, que no para de saltar encima nuestra es gracioso, y reforzar ese comportamiento con caricias y cariño, que sólo aumenta más aún la excitación del animal y refuerza ese comportamiento para el futuro.
Lo que debemos hacer cuando un perro está sobre-excitado o nervioso, es hacer lo que harían otros perros equilibrados en una manada:
IGNORARLE y corregir comportamientos que no deseemos, como ponernos sus dos patas delanteras encima ( que suele ser un signo de dominación), ladrar a otras personas o tener un comportamiento agresivo con otros perros o personas. Estos comportamientos se corrigen con firmeza, pero sin agresividad ni gritos. Un auténtico líder para ellos es tranquilo y firme, y así es como debemos ser para conseguir un comportamiento adecuado y poder convivir en armonía. Recordar que ellos necesitan que alguien asuma el control y lleve las riendas, y si no lo hacemos nosotros, lo tendrán que hacer ellos, con todos los problemas que eso conlleva, y que ya podemos observar en muchos perros.
El cambio en su comportamiento empieza por un cambio en nosotros mismos y nuestra manera de tratarlos. Ellos nos obligan a ser personas más serenas, firmes y unos grandes líderes de nuestras manadas. El problema no está en el animal, sino en nosotros. Cuando cambiamos nosotros, ellos cambian casi instantáneamente. Y es una gran relajación para ellos el no tener que asumir el mando, y tener un gran líder firme y sereno.